El Psicólogo experto en coaching no va a decirte lo que tienes que pensar, sentir o hacer, te acompañará para descubrirlo por ti mismo apoyado por su competencia técnica y la metodología del coaching.
Tres son las claves diferenciales de la Psicología Coaching con respecto a la consultoría, la formación, el Mentoring, la asesoría o la terapia clínica.
- La primera: El PsEC no se posiciona frente a ti como un experto sino como un acompañante, de igual a igual.
- La segunda: El PsEC trabaja con la forma en que tú piensas y sientes con respecto a tus retos. Se focaliza en el continente, no en el contenido.
- La tercera: Tú tienes capacidad plena de acción y los recursos necesarios para conseguir tus metas. El PsEC parte y actúa desde este presupuesto por lo que tú te sientes plenamente protagonista de tu proceso.
Diferencias con la psicología clínica
A fuerza de decirlo parece que es verdad que la terapia se orienta al pasado y no se focaliza en la acción futura. Lejos de ser verdad, como psicólogos expertos en coaching sabemos que numerosas terapias se centran en el presente y en la generación de acción futura. Esta no es la diferencia, sino que tú, cuando requieres terapia, de alguna forma estás frenado por tus pensamientos, eventos traumáticos y aprendizajes de tal forma que te limitan a que por ti mismo puedas cambiar tu situación. De ahí que necesites la intervención experta de un psicólogo clínico que te guíe en la dirección adecuada.
Diferencias con la Consultoría
En la consultoría se utiliza la experiencia y conocimientos del consultor para diagnosticar problemas, encontrar soluciones e implementar nuevos procesos en las áreas en las que el consultor es experto.
Este servicio es diferente del que debe aportar un psicólogo coach que sólo debe ser experto en el acompañamiento. Si hiciera labor de consultoría estaría dándole al cliente sus propias soluciones y no permitiendo que el cliente encuentre las suyas.
Diferencias con el Mentoring
El Mentoring es un proceso en el que una persona con gran experiencia guía a otra en el mismo área, compartiendo con su “aprendiz” sus conocimientos.
De nuevo es diferente del coaching puesto que el mentor evalúa, decide, propone acciones a su cliente que le resultan conocidas y válidas desde la posición que le da su experiencia y que pueden ser útiles o no para el aprendiz.